Etapa madura de
Albert Camus y Levinas
El mito de
Sísifo fue de donde derivó Camus su teoría del absurdo. Sísifo fue astuto y
engañó a la muerte con trampas y a los dioses y fue condenado a un trabajo
repetitivo e inútil que consistía en subir una piedra cuesta arriba. La piedra
caía y debía repetir la operación. Este trabajo inútil y sin esperanza es el
peor castigo humano. Dante también nos habló de la falta de esperanza para los
que entren al infierno. Las esperanzas dan sentido a la vida. A la pregunta de
para qué estamos vivos, la ciencia no nos aporta nada. Camus propone en su
teoría del absurdo, cambiar la esperanza por saber y disfrutar de la vida. Sísifo
es el héroe del absurdo por excelencia. El ser no acaba nada. El existencialismo
es adolescente y el absurdo es madurar un paso, el mundo idealizado se cae. En
esa etapa de su vida, Camus desprecia la muerte y la trascendencia.
Propone llenar
la vida de actividades, es vitalista como Nietzsche y el universo no conspira
en nuestra contra, así es y punto. La moral y las relaciones con los demás se
basan en el capricho y no obligan de acuerdo con el absurdo. A falta de dioses,
quedamos ante la nada. Entonces el hombre se construye y su destino personal depende
de él. Es dueño de sus días y Sísifo a su roca, creado su destino por él, el
genera su destino y la roca sigue rodando. Sísifo enseña la fidelidad superior.
No necesita a dios ni amo.
Pero Camus
cambia en su etapa madura a la teoría de la solidaridad y se aparta del
comunismo y del existencialismo. Sísifo es para el hombre solo, pero no estamos
solos en realidad. Estamos acompañados siempre por padres, hermanos, primos,
abuelos y amigos y no estamos solos no nacemos solos. Normalmente, tampoco
moriremos solos. El ser humano es un ser social y colectivo, gregario, en rebeldía.
Normalmente, la piedra la cargan varios y tú también eres piedra o empujas a
muchas otras. Tenemos intereses comunes, debemos unirnos en visiones superiores.
En su filosofía de solidaridad en rebeldía, el hombre se supera en otro hombre.
La sociedad se sostiene en conjunto y es producto de la necesidad y acción
colectivas. El peso de la colectividad está presente. Aspiramos a la armonía de
una orquesta. La libertad es condicionada con valores por lo necesario de la convivencia
solidaria. Un asesino no tiene culpa ni razón según Camus.
Camus abandona
la visión Sísifo y se mueve a la idea del hombre rebelde. Critica al nihilismo
y apoya a la solidaridad. El mundo animal sería de violencia y astucia, poder y
realismo. Pero busca al amor y a la justicia y no al nihilismo. No todo se vale
y no somos animales con ropa, tenemos sueños mejores para la sociedad y para el
ciudadano, a través de la moral y la justicia y el hombre es su verdad contra
el sinsentido.
Encima del
estado, Camus encuentra al filósofo solidario al final de su tiempo, en
maduración. Somos comunitarios y seres sociales y necesitamos la validación
social constante para todo. Hasta la realidad la confirmas.
Muy interesante esta etapa madura de
Camus con la cual Levinas está totalmente de acuerdo y lo simplifica
maravillosamente en el Otro, pues en realidad con uno sólo tenemos a toda la
comunidad con nosotros e incluso si nos aislamos temporalmente no dejamos de
llevar dentro todo lo aprendido. Quizás las separaciones de los otros mal
dirigidas pueden causar efectos negativos en las personas y es mucho de la que
critica Levinas de la propuesta de Heidegger.
Pero Levinas enfatiza nuestra
responsabilidad por el otro para generar esta solidaridad. Somos nosotros los
que vamos a crear la justicia social soñada con nuestras acciones.
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