Nietzsche en su
obra “Salir del rebaño” y Levinas
Nietzsche dice
que debemos exponernos a la incertidumbre y expresar nuestro ser superior y el
peligro está en la moral que lo impide. La sicología del rebaño nos nubla la
expresión y somete.
Todos sufrimos
la presión del rebaño que nos empuja a complacer a otros y a ser sombras.
Nietzsche nos
dice que hay dos tipos de hombre, uno superior con control de sus impulsos, que
busca profundizar en el saber. Este hombre es sólido y sabe que la gratificación
es a largo plazo.
En cambio, el hombre-animal
de rebaño, busca el fruto rápido, es impaciente y calca a otros.
El hombre
superior quiere dejar huella y para ello buscan concentración y soledad, son
autónomos con valía personal desarrollada, hace caso omiso tanto de elogios,
como de reproches.
Lo que importa
en este tipo de hombre es su voluntad de poder, no necesariamente ser genio
irrepetible que son pocos los que son así. Se distingue por su presencia y contribuir
con su propósito con firmeza, orgullo y satisfacción.
El ser a la mitad
de la montaña, por el contrario, busca placer, erotismo y comodidad y no
valores. Desafortunadamente, es una amplia mayoría, así, del rebaño.
Este esclavo es
mediocre y tiene resentimiento. Ve al mundo como punitivo. Se trata de más bien
muchos esclavos enfermizos, degenerados y fracasados. Su sentimiento de envidia
es fuerte. Suelen irse en contra de los hombres superiores, son ineptos. Ellos
propagan una moralidad decadente, limitante y debilitante y la imponen en
hipocresía. Esta moral despoja al hombre de sí mismo y tratan de dominar a los
demás. Son esclavos y se disfrazan de justicieros. Normalmente, estos esclavos
se creen superiores pero a los hombres verdaderamente superiores no les
importa. Los esclavos dicen, si yo no puedo lograr algo, que nadie lo logre, si
yo no lo tengo que nadie lo tenga y así. Son arrogantes y pretenciosos
La sicología
del rebaño seduce a muchos individuos a tomar el camino fácil y dejarse llevar
por la necesidad de gratificación inmediata. La voluntad de poder está en no
sucumbir, debemos ser superiores y saber disfrutar de las cosas buenas de la
vida en paciencia. Un hombre superior no puede ser esclavo.
¿Qué patologías
sufrimos?, ¿podemos ser autónomos e ignorar los sentimientos de alrededor?, ¿permanecer
en soledad sentimental? La mediocridad atrapa a muchos y los minimiza, faltan
herramientas de inteligencia emocional pero la raíz del problema para Levinas
está en el enfoque motor de nuestro estar en el mundo que es egoísta, busca
satisfacción inmediata y dominar, ser narciso y ser el genio que debe ser
alabado. Entonces, si viéramos por el otro y estuviéramos aquí para atenderlo
no estaríamos preocupados por nuestra comodidad o por resaltar entre la masa,
sino por ayudar. La mediocridad del hombre de rebaño sería una manifestación
más del egoísmo que no se hace responsable de sus actos y vive en indiferencia,
sólo tratando de sacar su propia supervivencia adelante y de acaparar lo más
posible para sí mismo. Más que salir del rebaño por liberar al ser interior y
devenir seres superiores, el motor para Levinas está en el otro y ciertamente ese
enfoque de vida nos hace todos superiores, nos eleva hacia nuestra misión de
vida. Para Levinas se lograría así la redención para alcanzar la era mesiánica
de justicia social.
y salir de mis miedos, ser para ayudar y dejar volar los paraguas, ya no temerle a la lluvia.
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