Aldous Huxley en
un mundo feliz y Levinas
La novela de un mundo feliz de Huxley publicada en 1932 impactó en su momento y lo sigue haciendo, habla de
muchas cosas. Nos habla de la producción en masa, del cultivo de seres humanos divididos para hacer sus tareas en
castas, y eliminar sus emociones. Son alfas, betas, gamas y épsilon. En este
mundo feliz, las relaciones sexuales son habituales y libres, todo el mundo
puede hacerlo con todo el mundo y satisfacer sus deseos, pero la droga soma es
ingerida también de manera habitual para controlar las emociones. Es un mundo
sin guerras ni individualidades ni soledad ni nada de alguna manera, un mundo
de nada. Admiran a Henri Ford por su producción en masa, la era de las cadenas
de producción es valorada y se supone que aquí lo equilibra todo. Pero se
eliminan, la creatividad, la familia, el arte, la religión y los museos, la
diversidad cultural, la ciencia, filosofía y literatura.
En cambio, si piensas
estás mal. En la reserva, isla aislada de este mundo supuestamente de avanzada, la vida sigue en familias y es vista como vida salvaje.
La reserva está en una isla a donde se deporta a la gente y es vista como de gente
sucia y con mal olor.
Los bebés nacen encubados siguiendo la línea de la cadena y genéticamente controlados. Nadie piensa que la muerte es importante. Sin idea del totalitarismo, Huxley escribe sobre una dictadura de alguna manera y no la vivió.
La revolución de la novela adapta la genética por castas para su función social y que sean felices con su trabajo y no quieran nada más. La droga soma suprime sentimientos. En la reserva donde se puede ser deportado, sí hay familias y para el mundo feliz es humillante tener hijos.
El fordismo es una religión mundial en este mundo feliz y el trabajo en fábricas de consumo orientadas a leyes de consumo. La novela es conservadora en realidad y nos invita a reflexionar sobre la familia y el orden social, vende un mensaje conservador. Critica a la sociedad arrogante y la ve al borde del colapso. Critica la demanda constante del “ser feliz”. Bueno, critica muchas cosas y quizás pretende hacernos retornar a ciertos valores familiares y sociales perdidos. Es interesante que ni siquiera se había dado la segunda guerra mundial, con sus atrocidades y violencias, con su terrible praxis de maquinaria para la muerte.
Me
parece que Levinas está de acuerdo con Huxley en su crítica de la
deshumanización que nos sacude desde otros frentes, pero al final, la reflexión
es la misma, sólo que Huxley desde la literatura su lugar es sacudir y no
propone soluciones. Levinas propone, ya después de una cierta variación empírica de la abominable maquinaria como cadena de alguna manera para la muerte que se dio con la Shoah que la solución está en la aproximación al otro y en un
enfoque de vida distinto que como misión existencial se ponga al servicio del
otro.
Evolución, relaciones con el otro, tecnología
y sentimientos reprimidos, extraña involución,
retornar y ordenar, enfocarnos en el otro como prioridad, dar.
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