Karl Marx y
Levinas
La influencia
de Karl Marx deriva de sus obras más importantes de la ideología alemana, la miseria
de la filosofía y la economía política.
Un lema central
en su obra nos dice que no es la conciencia del hombre la que determina su ser
sino el ser social lo que determina su conciencia.
Para Marx, lo
que identifica al ser humano es el trabajo, la forma en la que interviene en la
naturaleza para adaptarla a sus medios. La adaptamos a nosotros en trabajo
colaborativo o social. Así, las relaciones sociales de producción, la organización
social y los modos de producción nos determinan.
Pero la división
social del trabajo, física e intelectual es desigual y de ahí también la distribución
de la propiedad dividida en dueños y trabajadores.
Marx señala
cuatro modos de producción que se han dado a lo largo de la historia. El modo
tribal de cazadores y recolectores basado en los lazos de parentesco. El
tercero sería el feudal con señores feudales que dominaban a la producción de
sus siervos y les pertenecía.
Por último,
Marx se centra en el capitalismo que se desarrolla a partir de la revolución
francesa y en la revolución industrial. En dicho modo, los medios de producción
caen en manos privadas y no los poseen los trabajadores quienes sólo tienen su
fuerza de trabajo, único capital que les pertenece.
Los
trabajadores son así libres pero no libres.
Hay un valor
del trabajo y de cambio en dinero para Marx y las mercancías son valuadas en
valor de tiempo que se hace el producto terminado y agregado que se diferencia de la materia prima.
El trabajo no
pagado y el excedente son plusvalía que la toman los capitalistas, la ganancia
se la apropian los dueños. Antes la mercancíase cambiaba por mercancía. Con la
mano de obra y la materia prima que producen excedentes de producción, las
clases sociales dominadas son explotadas y tienen derechos antagónicos con los
capitalistas dominantes. El Estado avala la explotación.
Una clase pone
sus intereses como los de todos.
Levinas vería que
esto es cierto, pero diría que la raíz del problema está en las relaciones
humanas que no toman en cuenta al otro, no escuchan y son egoístas y quieren
acumularlo todo para el propio beneficio. Para resolver los intereses
antagónicos de las clases primero habría que revisar esos intereses que en
ninguna clase plantean la ayuda al prójimo y que el proletariado fuera dueño no
resuelve el problema y lo repite, pues el sistema es dual y al mismo tiempo
busca bienes materiales como prioridad cuando para Levinas como talmudista nos
diría de acuerdo a la visión de la biblia que rico es el que esta contento con
lo que tiene en cualquier caso y que siempre habrá alguien más necesitado que
tú para que lo ayudes.
Además del
problema de antisemitismo que genera esta teoría marxista en donde esa visión
falsa dice que el burgués y el avaro es el judío desalmado y explotador con lo
que justifican hasta hoy en día que haya habido una shoah. El marxismo ciertamente
nos despierta a las negatividades en las cuales puede caer la organización
social mal estructurada desde sus inicios que mucho de nuestras sociedades
occidentales lo tiene desafortunadamente, pero de ahí a desarrollar teorías
antisemitas a partir de las ideas de Marx y justificar genocidios es un brinco
inaceptable. Reflexionar a partir de las ideas de Marx es ver la desigualdad,
pero como dije, debemos de ir más profundo como plantea Levinas y pensar en cómo
lograr la ayuda al prójimo con un cambio en la dirección de nuestros esfuerzos
y de nuestro trabajo, de nuestros objetivos de vida para lograr la solidaridad
soñada que plantea un Camus maduro.
¿Cómo resolver dualidades y proponer lazos solidarios?
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