Grace Nehmad

martes, 11 de agosto de 2020

Nietzsche y Levinas

 

Nietzsche y Levinas

Nace en 1844 y muere en 1900. Es maestro de la sospecha, bajo la modernidad hay resentimiento de la vida, éste es su planteamiento. Freud y Marx son los otros dos maestros de la sospecha cada uno con su teoría.

No sistematizó su pensamiento, pero encontramos dos ejes importantes a pesar de todo.

Uno en la filosofía del martillo, atacando el edificio del saber tradicional. Critica a la cultura decadente que para él comienza con Sócrates quien es culpable de confundir el pensamiento occidental.

Los valores de Sócrates en espíritu dan valor a la razón en Apolo y Dionisio da valor a la vida, rezagada según Nietzsche en nuestra modernidad. Sócrates dividió estos aspectos. Platón se recargó más en la razón y el cristianismo en la fe que consideró superior, para Nietzsche nada de ésto funciona. Debemos desmantelar estas decadencias. La moral occidental es una moral de esclavos y de resentimiento para el autor y las acciones elevadas no son de los hombres.

La moral de esclavos, de obediencia y sacrificio nos vuelve débiles contra la vida. El hombre ahora está enfermo para Nietzsche. La religión es una moral que transmite el miedo de sí mismo y para enfrentar la realidad. Ser poderoso en otro mundo y separase de la vida terrenal no tiene sentido y se subordina a Dios.

La ciencia tampoco es respuesta pues es matematizar, ver el mundo como modelo y someterse a la realidad, es apariencia.

El lenguaje también puede reducir la vida a conceptos, el lenguaje es ficción colectiva y en realidad no buscamos la verdad. La realidad se capta con metáforas que la enfrentan. Debemos destruir todo ésto.

Ahora se invierten valores en un nihilismo que nos lleva a una enfermedad del hombre. Dios ha muerto para el autor.  La muerte de Dios sustituye a Dios por la tecnocracia y el pragmatismo.

Él quiere acabar con metáforas, resolvernos. Así, el súper hombre acepta la muerte de Dios y asume la vida. Es el más real de todos los hombres. La nueva tabla de valores se debe lograr.

Según Nietzsche,

El Camello representa la moral, carga.

El león, destruye todo.

El Niño en cambio, es creador espontáneo, hombre autónomo con valores nuevos basados en la vida. La voluntad de poder es vital, libre y expansiva. Es pura creación, la realidad es devenir. El mundo es visto como cambio en metáforas y aforismos.

El eterno retorno es el elogio del instante que es vida y sentido existencial y el superhombre quiere la vida, deseamos vivir en un eterno retorno.

Me parece que Nietzsche nos libera de manera importante como humanidad. Centrarnos en el instante es hermoso y crear en libertad. Sin embargo, no se puede lograr la elevación sin moral alguna ni liberar sin objetivo moral, sin consciencia ética nos diría Levinas.

Las creaciones y revelar luz deben venir para elevar y dar a todo otro, no para liberar en sí, que mucho hemos visto de la separación entre ética y estética en la modernidad y ello no nos ayuda a ayudar, termina siendo igualmente un egocentrismo y apariencia. Rescato la conciencia que nos transmite Nietzsche de no tener miedo ni obedecer por obedecer, por miedo, de crear como niños de manera espontánea, pero sí como nos diría Levinas, para iluminar a todo otro en amor como objetivo central y no por egoísmo o ensimismamiento como fin en sí mismo.


No es liberar por liberar la creatividad interior,

es por y para el otro en amor

No hay comentarios:

Publicar un comentario