Grace Nehmad

domingo, 16 de agosto de 2020

Freud en el malestar de la cultura y Levinas

 

 

Freud en el malestar de la cultura y Levinas

La meta en la sicología freudiana es frenar el malestar individual a través de la sublimación de las pulsiones.

Para Freud, el sujeto tiene en mente al otro y debe frenar sus impulsos primarios y ello le genera un malestar. Entonces, enferma el cuerpo envejece.

Los libros son extensión de la memoria de la cultura agrega, pero no reducen la pulsión de deseo que está en los otros y no viene del cuerpo. El principio de realidad se impone sobre el placer y la religión aplaca esta pulsión sexual.

La cultura propone la represión del pulse desenfrenado imponiendo limites al placer y hay más malestar en realidad. Se cree en el hedonismo y se olvida que la cultura es protectora, convivimos y colaboramos, son lazos de fraternidad y sexualmente sustitutivos de amor, hay eros y deseo, hay pulsión, pero la meta está inhibida y lo que se da es una desviación pulsional.

La cultura quizá no nos permite ser felices, pero nos permite sobrevivir juntos unos con otros.

Claro ejemplo de ello lo vemos en la familia y se reducen las pulsiones agresivas y de muerte y lo erótico de vida se manifiesta en especial en el superhombre. Esta idea es quizás el embrión de la idea más trabajada en Nietzsche en este tema y que toma otras vertientes en él.

        Es muy interesante y claro el planteamiento. Para Levinas la sublimación no viene a través de la cultura sino de atender al otro y asistirlo como misión existencial, la felicidad viene de esa atención que es satisfacción de cumplir la misión existencial y no es un fin en sí misma. El malestar para Levinas viene por no atender al otro y no por no liberar las pulsiones creativas egoístas que para él no tienen ningún sentido por sí mismas como objetivo. Esas pulsiones contendrín al no matarás bíblico para transformarlo en ayuda por una cuestión moral, de ética en las relaciones humanas.

        Pienso que si Levinas encuentra un malestar en la cultura, lo atribuye al egoísmo y a la filosofía sin ética como pasó en el nazismo. Tampoco es para Levinas un fin en sí mismo la felicidad, pero sí que la lograremos a través de la redención y asistiendo al otro en amor.

Somos dos y puedo asistirte en el camino moral como fin en sí mismo.

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