Grace Nehmad

martes, 6 de febrero de 2024

Nada necesitamos, sólo ayudar

 El concepto de ideología  de Marx ve la lucha como una praxis central para ir en contra del estado. Se encuentra con Engels y se impresionan mutuamente, se reconocen por el proletariado y el trabajo hacia la lucha de clases. Marx busca la liberación de la clase obrera. Buscan la transformación política y el tema de lo social como el centro de su acción. Se convirtieron sus ideas en revolucionarias. Una decisión política los centra en lo social para generar el cambio anhelado. Los intelectuales se reúnen y los militantes buscan la transformación social. Walter Benjamin veía a París el centro de esa transformación en esa época. La lucha de clases es una necesidad para ellos, una tensión entre la producción y los resultados de la producción. El conflicto también se da a nivel de las ideas. Las ideas son centrales para Marx. La esencia de la sociedad es la producción de sus condiciones de existencia y su reproducción y es lo que debe cambiar, es la ideología de esta ruptura. Marx busca romper con las desigualdades. Es una crítica que busca romper con la anatomía social. El ser social determina la conciencia y por ahí debe venir el cambio. El origen cristaliza las ideas y la superestructura es la representación de la dominación de la clase en el poder sobre la clase del proletariado. Marx quiere romper esta visión del mundo de la clase dominante. Y yo me pregunto si hoy en día algo cambió en verdad. Me parece que hoy en día estamos dominados por las ideas del grupo de poder y más aún en este mundo globalizado y dominado por las potencias mundiales. Pero pienso que sí ha cambiado el mundo en el sentido de que más tienen acceso a bienes básicos de subsistencia y muchos están relacionados con las posibilidades de la tecnología. Claro que lo muy negativo es que hay mucha competencia y desigualdad persistentes. Las ideas dice Marx, son el lenguaje de la vida real, somos nuestra época. Hoy creo que más tienen más y lo globalizado homogeniza. Pero la desigualdad persiste y todos quieren más y más sin límites. Está difícil resolver estas necesidades y exigencias sin límite y es mejor regresar a los conceptos de Levinas, me parece, y pues comprendernos como seres que no necesitan nada,  que ya tienen todo y están aquí para ayudar a todo otro en amor. Ese rostro que nos interpela debe ser atendido y no debemos centrarnos en nuestras carencias ni en la competencia desleal que no tiene límite y me parece es de nuestros peores males actuales. Marx ve a la realidad y quiere cambiarla, nosotros podemos tomarle sus ideales positivos de cambio social pero para mí no se trata de oponer a las clases sociales sino de cambiar la esencia y dirección de nuestras vidas como propone Levinas sin centrarnos en lo material, sabiéndonos en este mundo para ayudar desde nuestra vulnerabilidad humana atendiendo la desnudez del otro.



Somos ángeles de ayuda


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