Experiencia que separa de lo que es, es el tiempo y es paciencia pasiva que espera. Es el corazón del sufrimiento que espera lo real. Es prueba y virtud de espera resignada y temporal. El tiempo es parte de la justicia. Pero rechazar la separación y ser impaciente y actuar también es importante. Es este juego un diálogo con explicaciones como principio colectivo de la justicia que sabe esperar y actuar en su momento. Buscamos la realidad carnal y preguntamos la relación entre lo real y la literatura, entre la obra y su sueño previo. Se confrontan la ficción y la vida. Los términos se confrontan y se marca lo que vive y desarrolla la ficción. No se trata de demostrar, es más bien decidir y ser quienes queremos ser. Las potencias se confrontan entre la vida y la muerte y debemos tomar decisiones y devenir los que somos. Se trata de llevar una existencia que nos corresponde dentro del juego entre el sujeto y el objeto. No tenemos que ser suicidarios. Podemos recargarnos en la maestria de vida y llegar a ser quienes vinimos a ser. Lucha, prueba y restauración individual y colectiva.
Das los pasos hacia la acción, esperas y actúas
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