Grace Nehmad

domingo, 4 de febrero de 2024

Dentro y fuera

 Es anterior el placer del mundo al conocimiento o es un mecanismo que va y viene del exterior al interior. Pero es como el haremos y escucharemos bíblico. Primero hacemos y después interiorizamos lo hecho y lo comprendemos. Las cosas están en el espacio, nos dice Levinas, pues el hombre vence los elementos naturales interiorizando y superando su interiorización. El hombre entra en lo elemental a través de un domicilio. Se llama posesión. De ahí que si nos centramos en los utensilios para extraer comida y en la necesidad, somos egoístas, somos en y para la explotación y el placer ya no es ingenuo, se torna profundamente egoísta.

Es interesante estudiar estos procesos pues pasamos de la ingenuidad a comprender y de ahí al egoísmo y la desconfianza. Quiero pensar que somos capaces de mantenernos ingenuos y creativos. Me parece una difícil tarea pues los demás se encargan de romper nuestra ingenuidad y de enfrentarnos con el egoísmo. Nos topamos con el límite entre el infinito y lo finito. Es ahí donde podemos dar el salto al rostro del otro y darle el calor y cuidado que necesita conservando la ingenuidad, desde la certeza de un mundo mejor donde todos cabemos en amor y unión. Es un mundo que une razón y corazón, multiplicidad y unidad. Es posible desde la calma y la certeza, en paciencia y seguridad.


Nuestros paisajes sueñan dentro y fuera de nosotros, podemos unirnos en el límite del infinito y lo finito, en el otro, razón y corazón, abrazo eterno.


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