De musarito semanal
Pirké Abot, Pérek 4, Mishná 4.2
Dijo Ben Azai: Sé presto para una Mitzvá [un mandamiento] leve como para uno grave, y huye de la transgresión; pues una buena acción atrae otra buena acción, y una transgresión atrae otra transgresión; porque la recompensa de un mandamiento es otro mandamiento, y la del pecado es otro pecado.
Ben Azái nos encomienda correr para realizar cualquier Mitzvá, y cumplirla como si fuera la más grande de todas. Porque la recompensa de un mandamiento es otro mandamiento; el curso natural del mundo es que, quien lleva a cabo el cumplimiento de una Mitzvá, providencialmente le prestarán la ayuda a quien la realizó, y además le otorgarán la oportunidad de hacer otra, y así recompensarlo por cada una. ¿Cuál es el motivo? Porque cuando uno realiza una “simple” Mitzvá, se acerca al Creador, y si continúa se acostumbrará a servirle, y por consiguiente, conseguirá algún día cumplirlas todas. Otra explicación dice que, además de la recompensa que recibirá el hombre en el Mundo Venidero, además recibirá retribución por el placer y el deleite que gozó en el cumplimiento, ya que, la alegría que provocó al haberla realizado, también se contabilizará como un mandamiento por sí mismo.
Pienso que es verdad, que debemos correr a hacer el bien e iluminar a otros y a nosotros mismos en el camino. Nos vamos así haciendo de buenas costumbres y nos convertimos paso a paso en puentes de luz.
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