Zohar
Vaetjanan 260a
Rabí Yosé dijo: está escrito: “Entonces Ezequías volvió su rostro contra la pared y oró al Eterno”(Isaías 38:2). Ven y observa: ¡Cuán grande es la fuerza de la Torá, y cuán es superior a todo! Todo el que estudia Torá no teme de los superiores ni de los inferiores, y tampoco teme de los sucesos malos que acontecen en el mundo, pues se encuentra aferrado al Árbol de la Vida y se alimenta de él todos los días. La Torá enseña a la persona el camino de la verdad, y cómo volver al Eterno.
Mantenernos en los buenos caminos iluminados de la Torá y desde ahí ayudar a todo otro a recuperar la fe y el buen camino, la iluminación interior que sabe y siente al árbol de la vida dentro y lo proyecta y comparte al exterior.
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