Vivir nuestro tiempo nos demanda estar presentes y buscarnos en la mirada a pesar de nuestras diferencias. Podemos sabernos libres desde la elección de darnos en nuestras acciones y pasiones. Estar en el mundo es agradecer y apreciar cada día en su calidad, de manera objetiva y como venga, desde lo que nos trae, interpretarlo con una actitud positiva. Podemos abordar la vida desde la acción de ayuda y la escucha. Busquemos la palabra correcta y la escucha mutua de dos que se expande a una escucha colectiva.
Podemos evaluar la vida que pasa desde lo que vendrá después, en otra dimensión después de la vida o vivir el presente como lo que traerá en un futuro que se piensa mejor. Esta proyección puede ser motivante, pero podría alejarnos de vivir el presente y eso no sería bueno. En cuanto a la objetividad como enfoque racional de vida, también es bueno y creo que nos ayuda a enfocarnos mejor y ser realistas. Si nos vamos al extremo, perdemos la dimensión espiritual, la tradición y el conocimiento que se transmite de generación en generación. Sabernos santos acerca nuestra parte espiritual a la acción, escucha y ayuda. Podemos abrir ventanas para otros usando nuestra tradición y el buen nombre desde un acto ético de ayuda a cada paso. Los unicornios y otros seres como los avatares son iconos, sueño e ilusión y también deben estar presentes en nuestra vida. Ser objetivos y racionales pero no olvidar la ilusión y tradición, estar presentes para todo otro usando todas nuestras partes en integración.
Unir nuestras partes y darnos en integración y presencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario