Eclesiastés 3:1
Para cada cosa hay una sazón oportuna y un tiempo apropiado para cada propósito bajo el cielo: Tiempo de nacer y de morir, de plantar y de arrancar lo plantado; de matar y de curar, de derribar y de edificar; de llorar y de reír; tiempo de levantarse y de regocijarse, de arrojar piedras y de recoger piedras; de abrazar y de rechazar los abrazos, de buscar y de perder, de guardar y de tirar, de rasgar y de coser, de guardar silencio y de hablar, de amar y de odiar, de guerra y de paz.
La vida nos sorprende con todos sus colores y aquí Kohelet nos echa luz para poderla aprovechar sin dejar de estar presentes a cada paso. Me parece que podemos posicionarnos mejor cada vez en lo que nos vaya tocando vivir y elevarnos tratando de ayudar a todo otro más y mejor en toda oportunidad, acompañando y compartiendo en amor.
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