Grace Nehmad

lunes, 12 de septiembre de 2022

La astrología, la religión y la ciencia

 

La muerte y el tiempo están muy relacionados porque podemos comprender a la muerte como otra fase por la cual pasaremos y somos tiempo de vida hasta ese momento que después será otro tiempo. El tiempo en términos bergsonianos es experiencia y duración y así existimos en duración diacrónica según Levinas pues no se trata de sincronizar al otro en mi tiempo, sino de darle prioridad en el segundo instante. El primer instante es un pienso, luego existo cartesiano. Después en esta dimensión vivimos la muerte de los otros y no la nuestra. Sin embargo, la muerte es referente existencial, punto al cual tendemos y debemos prepararnos para él. Vivir en preparación en nuestro tiempo de vida y dando prioridad a todo otro. En cambio, centrarse en el ser, es la angustia y el vacío, la nada. Somos rehenes de todo otro y así nuestro tiempo de vida se estira. La muerte misma es puente, incluso en esta vida, es concepto que abre en diacronía hacia el infinito pues es rostro. La muerte deja así de ser un problema y es vigilancia, un es dualidad ser o no ser, es referente que invita a despertar y actuar en responsabilidad por todo otro. Este despertar en responsabilidad hacia el otro, no se detiene nunca. El tiempo es la manera de irte difiriendo al infinito, rostro del otro, en presencia infinita hacia él.

La astrología es funcional y no es ciencia, la ciencia duda de ella. Nos ayuda a encontrar caminos y a cuestionarnos y a establecer lo que pensamos. La astrología tiene su método de trabajo y no se prueba de manera científica por ello la desacreditan. Es fuerza que actúa sobre nosotros, los astros y el espacio nos afectan y transforman. La verdad se sabe y sospecha, pero no se puede probar. La astrología funciona porque nos ayuda a vivir mejor, sospechamos y descubrimos en ella. Las constelaciones nos influyen y las tomamos en cuenta, aunque no se trata de una precisión científica, es intuitiva y sospecha, nos ayuda a buscar y descubrir temas de vida, es presagio. Nuestra lucha interna juega con la astrología, entre religión, ciencia y astrología nos debatimos como humanidad y es interesante que la astrología tiene mucha fuerza en la humanidad. La astrología no es racional, pero es recurso intuitivo y de las energías y de su influencia en nosotros. No todo es objetivo y racional. La cábala toma en cuenta de manera importante la influencia de las energías en nosotros. Luchamos contra nosotros mismos al preguntarnos sobre la influencia de los astros en nosotros. Hay mucha poesía en la astrología y su influencia en nosotros. Es reconocer lo que no podemos racionalmente comprobar y es poético y nos permite descubrir y redescubrirnos en un juego imperfecto de superación y respeto. Es avanzar nuestros caminos de vida desde el asombro y la sorpresa, desde el seguir pistas y tener fe. La astrología en nosotros es dejarse sentir sin por ello dejar de tener espacio para la religión y para nuestra parte racional objetiva. Al mismo tiempo, podemos ir desmantelando toda superstición que confunde nuestros caminos y nos aleja de la posibilidad de ser mejores y de ayudar mejor a todo otro. Nos aleja de la posibilidad de encontrarnos en amor al final y comienzo de cada camino.


Dejarnos influir por nuestro calendario y los astros y descubrirlo para ayudar más y mejor a todo otro en amor


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