Abundancia pero para dar

 

¿Qué haríamos con el fin de la abundancia?¿en dónde está nuestra abundancia?

A nivel ambiental nos acechan problemas en este sentido. Es un desafío comprender y escuchar a ese otro que es la naturaleza desde nuestras limitaciones citadinas. No podemos ser sensibles sin el bosque cerca. Abundancia es naturaleza abierta, los espacios se limitan y el medio ambiente entra en crisis. Estamos en crisis si no podemos sentir. Las realidades se enmascaran. La población aumenta y los espacios cultivables se secan. La contaminación aumenta y es urgente tomar decisiones. Pienso que la carrera contra lo material que desborda y nos expresa la explotación que nos provoca puede ganarse desde la filosofía del otro primero. Debemos aprender a escuchar, a aproximar a todo otro, a cuidarlo y amarlo, a despertar nuestro lado espiritual. El problema es que debemos cambiar el contenido de la producción. Debemos dejar de producir tantos deshechos. Lo que destruye los ecosistemas son las actividades negativas humanas. Necesitamos limitar nuestras energías, encauzarlas adecuadamente. Enfocarnos, no extraer, no explotar o modificar nuestros ecosistemas, es modificar nuestra relación con el otro, en todo sentido, aproximar al otro dentro y al otro fuera, amarlo, escucharlo, cuidarlo, cederle el paso, prestarle atención con paciencia. Debemos limitar la masa de objetos y no necesitarlos en consumismo ilimitado. Necesitamos hacer un cambio intenso en humildad. También nuestras palabras puedes cambiar ser escogidas mejor. Es cuidado, paciencia y la abundancia sue venga desde dentro y para darse en amor desinteresado.

Escuchar para abrir dimensiones en abundancia