Grace Nehmad

jueves, 8 de septiembre de 2022

Luisa en las nubes



 Luisa se sentía desesperada pues su tiempo de vida cambiaba y ya no encontraba las pistas de su camino. Viajaba entre palabras y ya no se encontraba en ellas, le escapaban. Los silencios se prolongaron y quería salvarse de ellos. No sentía miedo, pero se sentía estancada, ¿cómo continuaría su camino de escritora? Entonces, se puso su vestido nuevo, se lo regalo la abuela en su cumpleaños, y aunque, no encontraba zapatos adecuados para lucirlo, no se dejó intimidar y se puso sus tenis blancos. Corrió al jardín. Sí le gustaba su vestido así, era más libre, y ella en él, en el jardín. La lluvia no la intimidó, al contrario, le abrió la mente para reinterpretarse, para buscarse en sus relaciones. Bajo la bruma descubrió las palabras que le faltaban. Le ayudó su persistencia y se sintió sonreír al ver los signos de un nuevo libro entre las nubes. Pensó en Marcela con su energía viva e intensidad, en Sara con sus historias y búsquedas entrelazadas, en sus familiares y conocidos. Se vio en cada rostro, vibrante y despierta, ilusionada por descubrir lo que se empezaba a esbozar en un día que parecía cerrado. Es posible que todo parto requiera de una angustia previa, de la lluvia y la bruma, de la falta de claridad. El chiste es quizás, lograr vivirse intensamente en todos los sabores de cada estación, en todos los rostros que nos acompañan. Tener paciencia y recordar que pasan las etapas de la vida y se sobrepasan sus pruebas aún en momentos muy desesperados. El chiste es saber que bajo el sol todo parece igual, pero todo cambia y somos en movimiento para compartir y reinterprentarnos en la mirada de todo otro, en amor, para dar y esperar, para recibir palabras y llamados de las nubes.


Bajo el sol,

Luisa se miró en sus relaciones,

 rodeada de los sabores de sus flores, 

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