Ser y la nada, saber decir no
La filosofía actual no hace peligrar al cuerpo
pues sus ideas nos consuelan y necesitamos ser provocados debería hacernos reflexionar
más sobre la vida cotidiana.
Sócrates y Espinoza representaron una amenaza para el estatus quo. Sartre también provocó mucho y a la vez ganó el premio nobel.
Sartre en a puerta cerrada provoca y fue censurado por esa y varias de sus obras; su
vida peligraba.
Otros no fueron peligrosos, nada cambia si
apoyas o no hoy en día. Pero el problema es la vacuna mental, estar encerrados
en nuestra forma de vida y no cuestionarla ni ponerla a prueba.
El humano es radicalmente libre. Podemos
cambiar y hacernos cargo de nuestra libertad y condiciones de existencia entre
el ser y la nada,
La libertad cartesiana de Descartes nos enseñó
a ser libres. Para él, la esencia matemática está ahí, pero contemplas ideas y
puedes decir sí o no y te comprometes para hacer verdades en un largo proceso de
sentidos, memoria y sueños.
No dudar de la propia existencia es el primer
paso en la libertad cartesiana y colaborar o no con el nazismo fue vida y acción
en un ejemplo concreto, aterrizar las ideas reflexivas en acción.
Es acción o decir no y es la nada, somos libres
rechazando en acto libre.
Fuera de mí hay esencias y acepto o rechazo. La
existencia es así proceso y nadie puede comprender por mí. En la acción
regresamos de la nada y somos en acto conscientemente existimos y en términos
levinasianos para asistir a todo otro en acción y escucha sensible.
Escribo para existir y sostener mis actos en el mundo
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