Grace Nehmad

martes, 16 de febrero de 2021

Reflexionar la materialización, cuerpo y alma para darnos mejor

 

Cuerpo y alma es una exposición actual del museo de Louvre en París que llamó mi atención por distintas razones. El tratar de llegar a nuevos términos en el renacimiento y unir lo religioso y lo profano, las pasiones del hombre en un estado laico y buscar a través del arte un camino. En este caso se nos muestra a través de la escultura. Resalta la dificultad de los tiempos de pandemia para lograr esta exposición con cinco años de investigación detrás. Quisieron mostrar la diversidad en escultura en Italia con un nuevo estilo de interés del hombre como centro del mundo. La pasión, sus sentimientos y naturaleza del cuerpo humano son rescatados.

Lo clásico es modelo para copiar y sobrepasar, ir más lejos. Expresión y formas y depresiones del alma están presentes y encuentran camino. Las pasiones del alma tipo expresionismo son estudiadas. Florencia se vuelve república y en el corazón de la ciudad le piden a Leonardo Da Vinci y a Miguel Ángel representar batallas y fuerza para transmitir esa fuerza a la población y se ilustra en el cuerpo humano en movimiento.

El mundo religioso busca raíces y fusión de lo profano y religioso. Intenta unir la antiguo con la religión. El sujeto es reinterpretado desde lo antiguo. La escultura romana se recrea. Surgen sentimientos nuevos en estas esculturas renacentistas que muestran emociones fuertes que representan por ejemplo a sacerdotes desesperados al sentirse incomprendidos.

La espiritualidad se refuerza en Florencia en la república. El cupido perdido de Miguel ángel es expuesto en esta exposición. Para una tumba de un padre en una iglesia se encargan los llamados esclavos a Miguel ángel y nunca se llega a término y las guarda el artista. Representan la vida terrestre, el esclavo dormido muestra abandono y el rebelde quiere liberarse de sus lazos. Querían estudiarlas y conocerlas mejor en el Louvre y se estudiaron así para restaurarlas eventualmente, para ver su estado y fragilidad. Importancia de fisuras y superficies para poderlas eventualmente restaurar.

Agregaron también a otro escultor de Milán. Se trata de un escultor severo, de trabajo intenso en pliegues sutiles y de esculturas monumentales, bajo relieves y apóstoles. Su trabajo fino del mármol prefigura el manierismo.

Este proyecto fue de cinco años de trabajo y en marzo se pensaba abrir, pero se cierra todo por la pandemia y con contactos se logró hacerla, inventaron maneras de llevar la obra y el apoyo de museos e instituciones a nivel internacional la hizo posible.

Me interesó estudiarla porque es quizás otra manera de abordar los límites entre el cuerpo y el alma y su representación. Es al final ver cómo representamos y vivimos nuestras pasiones al materializar nuestro ser en búsqueda. Es también ser sensibles al trabajo detrás para restaurar y por qué la importancia de hacerlo y de acercarnos a otras maneras de hacer arte. En la modernidad reina otro tipo de trabajo que es quizás más efímero y de acción, pero transforma igual al alma y busca oficio y diferentes maneras más fugaces de estar en el mundo. Ese mármol, materia que perdura, en mí es barro pintado que expresa y desaparece en un mundo que no por ir más rápido en su trance a otra dimensión, deja de cuestionar la relación cuerpo-alma y de buscarle mejores acomodos terrenales. El arte es entonces herramienta de aproximación que nos ayuda a cuestionarnos y reflexionarnos una y otra vez buscando mejores soluciones siempre con el objetivo de asistir mejor a todo otro.

Somos unidos en cuerpo y alma para asistir mejor a todo otro, materializarnos mejor para el otro

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