Ahora sí me costó mucho trabajo terminarla. Estuve muy preocupada pues mi hijo enfermó de coronavirus. Al mismo tiempo me llené de angustias e incertidumbre. Me costó mucho empujar mi desanimo. El cansancio me invadió y mi soledad siempre acompañada por Dios y por muchos rostros amables se tornó más solitaria. Ya ni los bellos recuerdos me alentaban. Continué mi trabajo con fe y seguí creando y produciendo, esperando certezas. Mi hijo se repuso y yo con él. Estoy lista para salir un poquito de mi encierro en esta nueva normalidad. Espero que con precauciones todo marche y que pronto termine esta pandemia. Con fe!
Espero los frutos de mi trabajo
con fe para compartirlos en paz
y descansar de la pandemia
e incertidumbre.
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