Pema Chodrón y el enfoque oriental y
Levinas
Pema Chodrón es
una estadounidense nacida en 1936, practicante de budismo tibetano. Enfermó de
fatiga crónica en 1994 y se abrió al budismo y se curó. Propone que debemos
preguntarnos a que nos sumamos y hacer consciencia de la cadena de reactividad
que llevamos y pausar y cambiar conductas.
Debemos ser
capaces de no criticarnos, me perdono y medito y siento la pena y el
resentimiento, que queme y me quedo y lo veo cómo es, sin reprimirlo ni
escapar. Meditar y quedarse presente es muy difícil no se logra fácil es
introducirte al espacio que ya existe en nosotros sin tanto hablarnos. Apreciar
una primera flor, algo que nos deleita, es experiencia y sabiduría con percepción
directa muy fundamental, sólo escuchar, estar presentes es apertura y conexión
y conciencia.
La capacidad de escuchar al gong alerta y la
mente quiere escapar. La instrucción es ve que la mente se va.
El presente es precioso y debemos notar la
diferencia. La mayoría no lo ve hasta desangrarse. Debes tener suficiente
confianza en ti y tu sabiduría se extiende y tú sabes y tú observas, pero debes
tomar valor y pregúntate, ¿quieres hacerlo? Por qué no quiero morir de mi
propio dolor.
El camino espiritual es de bendiciones, nos
dice Pema y lastima del juego constante occidental para evadirnos y cuando pasa
algo terrible, sólo así aprendemos a abrirnos a nuestro ser interior.
La sabiduría interior se conecta contigo y te
sientes entonces contento de estar vivo y recuerdas cuando estabas podrido y
quieres sentirlo todo ahora. No importa la voz de me gusta o no me gusta, el
viaje interior es curarse de la neurosis.
Se trata de experimentar al mundo así como es. Pensar de más nos aleja
del presente que es lo inmediato y no debemos perdernos en palabras. Queremos contactar
lo inmediato de la experiencia. Las fantasías y los planes nos alejan de
sentir. Este patrón nos aleja de nosotros sin misericordia y es circular y lo
hacemos más y más seguimos atrapados y nos hace sufrir, pero continuamos y a
veces sólo despertamos después de un fuerte golpe.
Como cultura occidental estamos centrados en el ser y en la acción y la cultura oriental se centra más en el no ser, casi desvanecerse en el paisaje. Supongo que podemos pensar en buscar un justo medio. Levinas apoya ese quedarse del que nos habla Pema Chodrón, de ese estar presente y no evadirse, ser fuerte y aceptar la angustia e incompletud existenciales. Claro, para Levinas no se trata de estar presente más que para escuchar al otro y asistirlo. Me parece que criticaría a la tendencia al exagerado retiro y búsqueda de presente que como occidentales hemos también distorsionado de este camino oriental, aunque igual esa idea de tendencia al no ser no es la concepción de servicio al otro y de redención a la que nos llama Levinas. Para Levinas es escuchar y estar presentes para servir al otro, actuar y ser pero para el otro.
Estoy presente y vivo con intensidad para ayudar a todo otro en amor.
Apredcio un bello paisaje y si me fundo en él, regreso para darlo.
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