Esta semana termina y ahora sí que me dio por llorar sin consuelo. Vi un par de películas, cosa que rara vez hago, veo más bien óperas o mis series en hebreo para practicar. Creo que me lo desataron. También como que mi hijo creció, me divorcié, mis padres están en lo suyo y me quedé sola. No lo estoy porque trabajo mucho para .A. y tengo mucho que hacer, muchas actividades, también gente cercana que veo semanalmente, pero no me quedé parte de ninguna institución y el afuera se distanció mucho en todos sentidos. Es un cambio importante y esas pérdidas me hacen llorar. Después, descubro que es un regalo tremendo, por fin puedo exprimir mis actividades e investigaciones al máximo, es un gran alivio y algo que he buscado por años. Me gusta escuchar mis cantos en sonidos prolongados, rezar y perderme en las letras en hebreo, debatir mis investigaciones filosóficas y es regresar al cordón umbilical y sentirme lanzada al cosmos y después, tomar confianza y desprenderme y salir a descubrir el mundo como se me presente, paso a paso.
Aprender a descubrir el mundo de nuevo,
salir a recorrerlo sin miedo.
Reconocerme .
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