Perasha Haazinu
Deuteronomio 32:1
Oigan, oh cielos, y hablaré; y que la Tierra escuche las expresiones de mi boca. Goteará como lluvia mi lección, fluirá como rocío mi enunciado; como vientos tempestuosos sobre vegetación y como gotas de lluvia sobre la hierba. Cuando invoque el Nombre del Eterno, atribuyan la grandeza a nuestro Di-s. La Roca: perfecta es Su actuación, pues todos Sus caminos son justicia; Di-s confiable y sin iniquidad; justo y recto es Él.
Nos dice Rashi que Moshé hace testigos a los cielos y la Tierra porque cuando mueran, perdurará. Y declara: “la viña dará su fruto y la Tierra dará su producto, y los cielos darán su rocío”.
Es el confiar en la eternidad divina que se sustenta en los cielos y en la Tierra, en su sustento para la humanidad. Y pienso que va más lejos, es confiar en la vida misma, en la paciencia, en observar, seguir los caminos divinos y perseverar que llegaremos a nuestro destino.
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