Necesitamos tranquilizar nuestras angustias y el pensamiento que aunque está hecho de átomos que se mueven, su movimiento no es aleatorio y podemos influir en él. Hay un gran miedo a la muerte, a los dioses y al dolor, nos dicen los Epicúreos. ¿Cómo escapar nuestros miedos influyendo en nuestro pensamiento? En especial tememos el remordimiento y el estado de la muerte. Queda el recuerdo de algo en la tierra y nos preocupamos por dejar ese recuerdo impreso en los demás antes de partir. Queremos no perder lo bueno de la vida. Los sentimientos son aceptados por los epicúreos y nos influyen las pérdidas y el esencial es no temer el fin, es muy moderno el planteamiento y la raíz está en los epicúreos quizá. No queremos perder el sentimiento de nosotros mismos. Podemos bajar nuestros miedos y angustias, tenemos un remedio personalizado que nos acostumbra a actuar. Los movimientos virales se unen con un sentimiento de nosotros mismos. Podemos conformar los átomos del alma para que nos ayuden, calibrar el alma y no temer. Cuando sea la muerte ya no estaremos aquí y podemos vivir en paz. Sin embargo, esta sabiduría nos escapa y no conseguimos nuestra paz. Sufrimos de lo que puede pasar, no deberíamos. La lógica nos llama a estar tranquilos y abrirnos a nuestras sensaciones de vida. Nos da miedo la muerte porque nos da miedo esperarla. Cuando la muerte es, ya no seremos, ¿por qué entonces es el peor de los males? Nos duele demasiado que otros mueran y desaparezcan de nuestras vidas. Reinventarnos no agobia y no podemos estar presentes como quisiéramos. Deberíamos de no temer a la muerte, menos a Dios o a los dioses y menos al dolor. Nada sabemos de estos aspectos de manera certera y la certeza debe adquirirse y fortalecerse desde dentro. Entonces somos los grandes artistas de nuestras vidas, podemos tornarlas tristes o alegres, podemos tener remordimientos o abandonar el barbullo exterior y decidir ser para, ser en paz. La pregunta es cómo ser para. Es lo que tú consideres hacer por el otro en amor y lejos de toda convención. Tú decide. También construye relaciones humanas claras y contratos claros y honestos, con todos sus acuerdos dentro.
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