Deuteronomio 32:7
Recuerda los días de antaño, comprendan los años de generación tras generación; pregunta a tu padre y él te declarará; a tus ancianos, y ellos te dirán… Yaacob es la cuerda de su heredad. Él lo halló en tierra desierta y en la desolación, el aullido del desierto; Él lo rodeo, le dio discernimiento, lo protegió como a la pupila de Su ojo.
Tus ancianos son tus sabios, nos dice Rashi y me parece interesante pues debemos hacernos conscientes de que la edad trae sabiduría y debemos respetar a nuestros ancianos y escucharlos con atención, continuar la cadena de amor y sabiduría a través de ellos. También valorar el rescate del desierto, comprender de dónde venimos y tener discernimiento, sabernos siempre protegidos y retornar a la humildad desde la fe y el amor.
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