Vezot-Haberaja
34:1, Y Moisés subió del llano de Moab al monte Nebo, a la cima de Pisgá… y le dijo el Eterno: Ésta es la tierra que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob diciéndoles: “A tu simiente la daré”.Te la hice ver con tus ojos pero no has de pasar allí”…
nadie supo su lugar de sepultura y tenía 120 años al morir y nunca perdió vista ni vigor. Nadie vió a Hashem cara a cara como él, ni realizó tantas maravillas y prodigios, ni apareció otro profeta como él.
Guardemos a Moshé en nuestros corazones, existió de verdad un hombre así y podemos inspirarnos en él para elevarnos espiritualmente y realizar nuestras misiones en la tierra.
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