Primer libro de crónicas 1:7,
Esa noche Dios Eterno se le apareció a Salomón y le dijo:”pide(lo que quieras), que Yo te lo daré”. Y le respondió Salomón a Dios:”Has mostrado gran benevolencia para con mi padre y me has hecho rey en su lugar… Dame sabiduría y conocimiento…, porque ( si no) ¿quién puede juzgar a este pueblo tan grande? Y le dijo Dios a Salomón: “Por cuanto esto estaba en tu corazón y no pediste riquezas ni honores, ni la vida de los que te odian, ni siquiera pediste larga vida, sino que pediste ciencia y sabiduría para ti para que puedas juzgar a Mi pueblo, sobre el cual te he hecho rey, ciencia y sabiduría te son concedidos y(por añadidura) te daré riquezas y honores, tales como ningún rey los ha tenido hasta ahora, ni los tendrá después de ti”. De aquí vemos el orden de las prioridades que bajo el peso del materialismo se pervierte. Primero es la sabiduría y la ciencia y después vienen la riqueza y los honores, sin siquiera pedirlos. Elevemos toda existencia aclarando nuestras prioridades.
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