1.Los Reyes 8:27
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He aquí que el cielo y el cielo de los cielos no pueden contenerte. ¡Cuánto menos en esta Casa que he construido! Te ruego empero que consideres la plegaria de Tu siervo y su súplica, oh Eterno Dios mío y escuches el clamor que Tu siervo Te hace llegar delante de Tu rostro hoy. Te ruego que Tus ojos estén abiertos hacia esta casa noche y día… “Mi nombre estará allí” para escuchar la plegaria que Tu siervo eleve hacia el sitio.
Y ahora en todo momento recordar ese momento del rey Salomón y construirnos hacia lo espiritual y elevarnos para siempre ser rescatados y elevados pues ¿de qué sirve nada material si no le damos alma y lo elevamos? No trabajemos sin esa alma que aproxima a Dios y a otros. Seamos para todo otro en amor. Unir las miradas, vernos dentro y profundo, construir en grandeza y con sentido y después dar seguimiento, estar, no desatender ni lo material ni a los otros que cuidamos.
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