Grace Nehmad

jueves, 23 de diciembre de 2021

Continuar la vida para

 

El sentido de la vida nos persigue siempre y queremos responder a su pregunta. Es accidental, es absurda, es extraordinaria pero no tiene sentido. Es combinación de factores materiales sin sentido. Otra manera de responder, es decir es de sentido superior y tiene una inteligencia más allá que la genera. En el medio hay otra respuesta. Es perseverar en la vida como decía Spinoza, en el ser. Podemos enfrentarnos a la vida y tratar de conservarnos. En la reproducción vemos la fuerza de la sexualidad en nosotros para perpetuarnos como humanidad en reproducción y conservación. Esta tercera respuesta es no respuesta al sentido de vida, es igualmente absurda. Un sentido sin una finalidad más elevada, no es sentido. El sentido de la vida nos da conciencia para afirmar la existencia. Podemos decirnos yo soy, fui y seré. Sabemos que moriremos. Pero somos conscientes de que seremos para la muerte. Esta conciencia es un saber profundo y no algo abstracto. Montaingne decía que filosofar es aprender a morir y para Heidegger el ser es para la muerte. Para Epicuro la muerte no es nada, pues mientras vivimos la muerte no está y cuando morimos ya no somos, la cruzamos y eso es todo. Encontrar la paz es difícil. El alma se agita. La emoción es movimiento interior y debemos buscar la paz y así el sentido de la vida es ser sin miedo y sin pregunta que torturan. El mental es vacío cuando estamos en paz. Si la existencia es aprendizaje a través de nuestras experiencias, vamos a aprender y madurar, a amar y ayudar. Los intercambios se refuerzan y los conflictos surgen y viene el perdón. La amistad evoluciona. Aprendemos a relacionarnos y profundizamos. El amor va cambiando y maduramos, perdonamos, fortalecemos vínculos y seguimos. Dominamos el enojo y el vacío y aprendemos a vivir mejor, a vivir para el otro y a atenderlo. El sentido de la vida para mí, como para Levninas, está en el otro. La vida la construimos y es amarla y enaltecerla en responsabilidad hacia nuestros actos. El real es el arbitro y es darnos al otro. El real es resultado a nuestros comportamientos.

Continuar la vida para

 Renacer y construirse para darle más y mejor al otro

No hay comentarios:

Publicar un comentario