Perek 4 Mishna 19
De musarito semanal: Shemuel Hakatán dice: De la caída de tu enemigo no te regocijes, y cuando tropiece no se alegre tu corazón, no sea que el Eterno vea y sea malo a Sus ojos y haga volver hacia ti Su ira.
Shemuel Hakatán nos viene a advertir. Esta actitud no es digna de un hombre que se considera temeroso del Cielo. Pues este espíritu de rivalidad no cabe en un ambiente donde todos tenemos en común que somos hijos de un mismo Padre. Está escrito: No aborrecerás a tu hermano en tu corazón.Lo único que merece nuestro odio es el pecado y la perversión, y no quien lo practica.
“Cuando se te despierte el odio hacia otro por su defecto, mírate al espejo y verás que tú tampoco eres perfecto”.
Freud llama nuestra atención a aprender a integrar nuestros rostros en el espejo y no temer de ellos, integrar con salud y aceptación y resolver el miedo que puede venir del temor a ser desplazados y quizá comenzó con los hermanos en la familia, como en el relato bíblico de Yosef que es lanzado al pozo por sus hermanos celosos de él. Integrar nuestros rostros positivamente es eliminar toda rivalidad hacia el otro que, lejos de todo miedo o incertidumbre, comienza en la aceptación de nosotros mismos, creo yo. Un nuevo rostro desconocido en nosotros y fuera de nosotros es una oportunidad de desarrollo y crecimiento. Pienso que esto puede ser la clave para resolver guerras y desequilibrios mundiales que comienzan en el uno y no nos han permitido llegar al Uno.
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