Comprendo
mejor mi lugar en el mundo y eso es mejor, ya llevo un rato en este trabajo de la pintura como centro y es seguirle, no hay más. Yo buscaba mucho y ya encontré los pesos adecuados de las cosas y ahora a seguir. Las etapas pasaron y ahora en madurez debo madurar. No tengo alternativa. Tengo que saber tomar y aceptar mi camino. Pienso que me escogió y lo camino con alegría. Es posible seguir en amor. Ya no me voy a escapar y usaré todos mis dones para la obra como lo he venido haciendo. Nunca dejé se pintar y es central siempre, pero es verdad que creí que era más importante en mí la filosofía, los niños, la poesía, la escritura, el canto, entre otros, no fue así. Parece que me escondí de la obra porque es enorme su peso y me domina por completo, porque es muy diferente, no es clásica como la de mi maestro. Dejarme habitar por la obra es un intenso proceso y va en contra de muchas instituciones que se alarmarían con ella. Pero bueno, debo dejarla pasar y admirarla de manera simple y humilde.
Ella es y aterriza como quiere, yo la sigo en amor y escribo sus movimientos, también le canto
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