Quiero reflexionar hoy sobre la posibilidad de relaciones equitativas y acuerdos sanos en nuestras relaciones, lejos de todo abuso. Cada vez que entramos en nuevas relaciones los acuerdos deben lograrse y no tender a abusar o ser abusados. Y tendemos a dejarnos llevar por lo que no aceptamos por complacer o dominamos de más y no escuchamos. Es un juego de equilibrios y de verdad y justicia. Si no puedo decir la que soy, no puedo dar ni recibir. Doy en el vacío y hablo para nadie. Eso no puede ser. Detente a escuchar. No toda son tus historias ni las de los demás. Preocupémonos por el tercer espacio. Es el que creamos juntos. Sólo un toque de lo tuyo y otro de lo mío y más de lo nuestro. Sí se puede. Trabajemos juntos en ello sumando a nivel individual y colectivo.
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