Ana pasaba sus veranos dibujando. Extrañas cosas le sucedían entonces. Como que unas compuertas le abrían su vida a un mundo paralelo. Después, debía regresar al mundo de todos los días y eso no era tarea fácil. Sus esoterias no la dejaban y sus mundos paralelos, menos, sólo que debía manejarlos mejor porque en su cotidiano era pesado ya que sus gentes eran muy lindas pero nada le comprendían. Suspiraba y recordaba, nada cuadraba. Tenía muchas preguntas y luego sólo quería un cotidiano bello y ayudar mucho de diferentes maneras. Quería encontrar sus equilibrios y seguir. Siempre seguir porque simplemente vivir era muy hermoso. No le gustaban las mentiras y quería un mundo de verdades, lucharía por él en amor. Agradecer y seguir. Cambiar y avanzar búsquedas. Sí es posible. Se trata de continuar con valor en la verdad y el equilibrio, aproximarlos paso a paso, creer. Entonces aparecerían sus diferentes acompañantes de vida, Ana lo sabía, podría así dialogar y evolucionar en parejas, juntos.
Juntos seguir descubriendo la vida .En verdad.
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