Weber se interesa en lo subjetivo en contraposición con Durkheim. La religión se expande en evolución, en actividad social. La felicidad es tema para Weber, quieren las personas ser felices y buscan una ética de vida. Weber piensa que es importante un aspecto interior en desarrollo. Los agentes dan acción desde dentro y no como Durkheim como una estructura mágica exterior. Quizá somos más Weberianos hoy en día. El tema es el de la dominación y de lo exterior e interior. Las órdenes son aceptadas o no. Las preguntas son motivaciones internas cuando se aceptan y hay la duda del por qué. Una sociología comprensiva es importante para Weber desde el sentido que concuerda con el interior de los individuos. Gran orden exterior y el interior. Dibujamos utopías y aspiramos, pero el capitalismo choca con los intereses individuales y he ahí el reto. Se construyen pensamientos y utopías, dice Weber y marca tipologías y se introducen los casos concretas en cada lugar. La carta nos puede orientar. Las respuestas son diversas y se sintetizan para crear un ideal. El interés va midiéndose para fijar ideales y hacer sociología. Es ponerse en duda desde esas investigaciones e ideales y tomar decisiones desde lo individual. Las esferas exteriores tienen su propia lógica y el individuo las suma. Las divisiones se estudian y el individuo se compromete de manera neutral para funcionar en libertad, desde las propias elecciones. Me inspira esta sociología Weberiana que nos otorga libertad y elección en compromiso y amor. Es trabajar desde lo científico para sobrepasarlo, abriendo preguntas nuevas del mundo social y físico, de la vida.
Defines tus líneas de vida, cuestionas lo social y decides
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