Grace Nehmad

jueves, 12 de noviembre de 2020

Reflexión sobre el idealismo objetivo de Friedrich Schilling

 

 


Cuando el yo es sujeto y es activo, preponderante, hablamos del idealismo subjetivo de Fitche que es precursor de Schelling. Schelling es panteísta como Spinoza y considera que la naturaleza es preexistente al yo. El idealismo busca describir la inteligencia y es también un principio de ser y conocer. En la historia de la filosofía, Parménides habló de ser y pensar, Platón de las ideas que van por encima de las cosas, Descartes con su lema de: “Pienso, luego existo”, nos acercó a un idealismo moderno, Berkeley habló del carácter ideal de toda realidad. En Kant avanzamos en un idealismo trascendental fijando el objeto del conocimiento y sus límites. En el idealismo objetivo de Schelling, la idea es ir más lejos y él busca una conciencia absoluta universal que Hegel retoma, el yo y no yo están dentro.

        En su idea de idealismo objetivo se da una evolución constante, en una dinámica fuerza creadora en donde el arte juega un papel central que nos lleva a un desarrollo espiritual. Sin embargo, no busca una dialéctica como Hegel ni el papel preponderante del yo en el absoluto. Schelling se sustrae de esta fuerza creadora en donde todo es Dios y es abarcador. Todo tiende a evolucionar y concientizarse independientemente de mí, Schelling es un místico. Me atraen estas ideas, sin embargo, creer en ellas de manera absoluta exoneraría al sujeto de toda responsabilidad de sus decisiones y supondría que no es él quien genera las consecuencias o que ellas son intrascendentes en términos de esa conciencia absoluta avasalladora.

Este idealismo es parte del llamado idealismo alemán que con otros autores como Hegel y Heidegger derivó de alguna manera en la shoah. Me parece que no es posible quitar la responsabilidad al sujeto de sus acciones y consecuencias y un Levinas se opuso a estas ideas.


El sujeto mira la naturaleza y la describe, ¿ella avanza sola?

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