La libertad y el otro
La madre de toda emancipación es la filosofía.
Sartre es un teórico importante de la libertad con su frase célebre “un hombre
es lo que hace con lo que hicieron de él”. Foucault va a decir el hombre ha
muerto y que la filosofía es totalidad. Foucault habla del poder y lo analiza,
pero no habla de la resistencia a éste, Sartre en cambio, desde la conciencia
habla de libertad y liberación, del derecho a decidir. El marxismo habla de la
determinación del hombre por ser dominante o dominado y de la lucha de clases,
pero no de la libertad de todo individuo de ser y decidir por él mismo independientemente
de su origen y de su grupo de pertenencia. La democracia nos da con más claridad
la libertad de elegir ya sin el fusil en la mano, sin violencia y pese a todas las determinaciones
exteriores podemos actuar diferente y decidir en conciencia y responsabilidad.
A ello nos despierta todo otro y podemos ser sensibles a sus necesidades y
carencias y atenderlo en todo momento y hacernos responsables. No porque el
grupo de pertenencia nos mande a actuar de cierta manera tenemos que hacerlo
pues al final estamos solos frente a nuestra conciencia y sólo nosotros podemos
decidir y anteponer al otro en cualquier circunstancia.
Que lata fuerte la sangre que llevamos dentro y podemos despertar a la acción social y a la atención y cuidado del otro en responsabilidad, desde la aceptación de nuestra humanidad en construcción y en conciencia, al margen de todo determinismo exterior.
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