Historia del
feminismo, más allá del otro, la otra
Hombre era
considerado el fuerte y entonces históricamente la mujer debería dedicarse a la
crianza de los hijos. En el siglo 18 comienzan los movimientos feministas a
cobrar vida, las luchas se dan con el renacimiento. Como mujer, no puedes
estudiar, ni votar cuando surge del voto, ni escoger con quien te casas. En la
ilustración con la libertad, igualdad y fraternidad aumentan los derechos
humanos, pero las mujeres son excluidas y se da la primera ola de búsqueda de derechos
para la mujer como ciudadana. Se aboga por una educación igualitaria entre
hombres y mujeres explicando diferencias de género por aspectos culturales y no
por naturaleza. La represión es dura, en casos representa guillotina y cárcel. Exigen
las feministas sus derechos y empeoran las cosas primero.
Entonces llega el sufragismo de acción social
en países anglosajones. La defensa de los derechos escaló y tras la cortina
participan mujeres que van a defender los derechos de esclavos y se indignan, no
lo soportan y ahora luchan por el voto y ello se da en masa, pero años y años
son pisoteadas. La primera victoria se da en 1918 y 1920, ellas empiezan a
conseguir el voto y son burguesas.
Luego
vienen a luchas las mujeres de exclusión por ser mujeres y negras, después, mujeres
y proletarias y así comienzan a darse muchos movimientos de protesta
heterogéneos. La lucha por la igualdad se frena entre las dos guerras y luego aparece
Simone de Beauvoir que dice que no se nace mujer, se llega a serlo, reclama que
la mujer no es sujeto, es lo que el hombre espera de ella. Los hombres regresan
de la segunda guerra mundial y surgen las corrientes sociológicas que reclaman la
razón por la cual la mujer debe vivir priorizando el cuidado de otros. Surge entonces
el movimiento que da énfasis al estilo de vida con el feminismo liberal y
llegamos a los sesentas con la lucha por la desigualdad en la vida pública. La desigualdad
de tareas se hace notar y las relaciones de poder implicadas con la corriente
de feminismo radical que denuncia un patriarcado en todos los ámbitos y la cosificación
de la mujer. Las mujeres se han ido transformando y llegamos a las luchas
recientes de características múltiples y muchos feminismos que denuncian abusos
en todos los dominios públicos y privados. Así se organiza el movimiento del 8
de marzo y la realidad es que aún hay mucho por hacer con violencias y acosos
públicos y privados y diferencias en salarios y tareas entre hombres y mujeres.
Si el otro es todo necesitado, también es y con más fuerza la otra, porque como
dice Levinas nada necesitamos y estamos completas y somos fuertes para dar y
ayudar y apotar para construir desde nuestras diferentes habilidades, pero el
abuso y las desigualdades deben atenderse socialmente y como dice Levinas,
todos somos responsables y yo más que otros, esta labor es entonces para todos
y que cada uno se cuestione cómo puede mejorar la situación, no dejarse abusar
y denunciar, tampoco dominar y abusar a otros es un buen comienzo quizá.
Los paisajes femeninos requieren de otra aproximación
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