Descartes y el otro
Descartes es el
padre de la filosofía moderna y busca llegar a la certeza sin dudas. Busca lo
exacto y preciso pues de otra manera para él no hay avance en la filosofía.
Quiere hacer a la filosofía igual de rigurosa que las matemáticas. La duda es
el método que descubre para fundamentar y llegar a toda certeza. Su método
incluye cuatro partes:
-Evidencia que es no precipitarse, tener
claridad y distinción
-Análisis complejo y simple
-Síntesis que ordena de lo simple hasta lo
complejo
-Enumeración que busca asegurar el conocimiento
mediante el ejercicio de la repetición.
En sus seis meditaciones metafísicas reafirma
su método propuesto para conseguir certezas. Descartes comienza dudando del
conocimiento de los sentidos. De nuestro criterio para distinguir entre sueño y
realidad, de si los sueños son reales, duda del mundo de los sentidos y hasta
de las matemáticas. Quiere reafirmar todas estas dudas que lo persiguen y se
dice que si duda nadie lo puede engañar de eso, si duda existe y si existe es
porque piensa como cosa que piensa y entonces no está seguro del cuerpo ni de los
otros. Acepta que también existe dormido y en su tercera meditación afirma a
las ideas innatas. Después indaga sobre la idea de Dios y la encuentra
verdadera y de su infinito dentro. Concluye que Dios es perfecto y por lo tanto
bueno y el error viene de cuando mi voluntad se precipita hacia el conocimiento
y quiere ir más rápido que sus límites. Entonces recupera también la fe en los
sentidos y en las verdades matemáticas. Es en la sexta meditación que recupera
la fe en los sentidos al aplicar su método aquí revisado. Me gusta la manera de
reflexionar de Descartes, su método, su búsqueda de certezas, el no
precipitarnos, acertar nuestros errores y la posibilidad de rectificarlos,
buscando siempre mayor claridad y certeza, prueba y error, ordenar de lo simple
a lo complejo. Y el objetivo debe estar en llegar al propio cuerpo y después al
otro, de incluir a los sentidos. El método nos lleva a confiar en nuestra parte
racional, para después avanzar en la experiencia como después lo estudia Kant
de manera más profunda.
Lo
que me gusta en Descartes es que sin necesidad de un método empírico más
profundo, por nosotros mismos, somos capaces de saber mucho, de encontrar
certezas y de aprender a usar un método y no precipitarnos, de rectificar y
todo ello, eso sí, debe a mi gusto ser utilizado para servir al otro más y
mejor.
Que mis sentidos se abran a tus flores, en cuerpo y alma para sevirte
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