Grace Nehmad

jueves, 19 de noviembre de 2020

La incertidumbre y el otro

 

 

En la filosofía de la incertidumbre hay dudas y certezas. Existe un dolor mental y éste genera pensamientos negativos a nivel individual y social. No sabemos qué será mañana, no podemos controlar mucho en nuestras vidas por ello tratamos de predecir y creer que lo establecido es cierto y favorecerlo. La racionalidad nos ayuda, es lo que sí se explica con causa y efecto y nos reafirma. Heinsberg es un mecánico cuántico que descubrió el principio de la incertidumbre al tratar de definir la posición y el momento lineal de las partículas. Tenemos desde niños el miedo a la ignorancia y tratamos de reducir las dudas o de conseguir más certeza ello impulsa la investigación, este deseo de conocimiento del que hablaba ya Aristóteles desde la filosofía se va especializando para poder saber y predecir más, para reducir las dudas existenciales y aumentar las certezas. Pero tal como lo denota Levinas esa angustia existencial de incompletud no desaparecerá en este plano y debemos aceptarla y utilizarla a nuestro favor como motor que impulse nuestro desarrollo para asistir mejor a todo otro. También podemos preguntarnos cómo puedo reducir la incertidumbre de los que están alrededor de mí.

La investigación en todas sus ramas busca reducir la incertidumbre y acepta imprevistos propios de la investigación. Todo humano es un investigador y puede observar y deducir y cambiar para ayudarse a él y a otros. Implementemos pues todas nuestras habilidades humanas creativas de las que fuimos dotados para compartir soluciones y aceptar la incertidumbre con alegría como motor de descubrimiento, impulso para encontrar nuevas certezas y compartirlas.


La luz disipa dudas en mis campos rojos de fuego para compartir intensidad de amor y acción reveladas.

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