Música y filosofía y Levinas
Se unen en la tendencia a lo universal, son lenguage común.
Transforman al ser humano en armonía,belleza,amor y bondad.
Vibramos en un tono interior como humanos, con un ritmo característico que emitimos al vivir. Así, la música nos influye con su ritmo en la psique e influye en nuestras elecciones.
Las melodias y la mente quieren estar en armonía.
Para captar la belleza en música y en arte tenemos que despertar como buscadores y saber dónde está la propia belleza interior. La filosofía quiere hacernos vibrar con ética y estética en armonía.
Por eso es importante la música en la escuela pitagórica, el saber escuchar con un vínculo entre salud y música y la proporción y equilibrio de las notas musicales que producen armonía y orden en cuerpo y alma. Y después Platón afirma que la música es para el alma lo que la gimnasia es para el cuerpo.
Música y filosofía son dos caras de una misma moneda, una actitud interior de ética y un acto exterior estético, una búsqueda y encuentro con lo bello. El filósofo es músico y viceversa porque la verdadera música transmite ideas y la verdadera filosofía es música que se hace con el alma.
La música es amor en búsqueda de palabras, la filosofía busca esas palabras para ayudarnos a entrar en la elevación espiritual que produce la música.
La música es puente hacia el otro mundo, es armonía entre el cielo y la tierra, es la razón para no enloquecer decía Chaikovski porque une, la filosofía busca las razones que provocan esa unión. Son hermanas, pero yo diría que la filosofía se inspira en la música y quiere definir lo que se nos escapa de la música.
La filosofía es más terrenal y Levinas no buscó en la música, pero buscó en la escucha del infinito y su huella, quizá porque quiso aterrizar en ideas prácticas una estructura de acción para el ser humano. Su hijo se hizo pianista y lo apoyó de manera cercana. Ciertamente nos sensibiliza y por ello fue parte de una búsqueda filosófica en la escuela pitagórica. Levinas no buscó respuestas en la música, se acompañó de ella, pero quizo concretar su obra a través de las ideas, de las palabras. Levinas vio en la música una ayuda de sensibilización pero no la manera concreta de lograr la redención o justicia social que él buscaba a través del servicio al otro.
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