Individual o
colectivo y Levinas
Está por un
lado el individuo y por el otro, el grupo de pertenencia. El constructo de la
persona lo hace diferente al resto. Viajamos entre el uno y los muchos. A
menudos nos perdemos en ambos polos. La identidad es el yo autoconsciente o
self, nuestras experiencias, mi y autoconcepto con los dos polos en cuestión,
el individual y el colectivo. En el yo es clave la forma de definirnos, la autoestima,
somos también todos nuestros grupos y atributos particulares que nos unen a otros.
Tenemos así una naturaleza social y como seres humanos también,
desafortunadamente, un lado oscuro de discriminación por sentirnos amenazados.
Se ha hablado en
sociología del paradigma del grupo mínimo, de varios experimentos que han
buscado observar la interacción humana engrupo e individual para saber qué
define al grupo como grupo.
Permanecer en
cierto grupo a menudo nos aleja de otros grupos y a la par nos vamos asemejando
al de permanencia en un juego de doble acentuación. Así llegamos a los estereotipos
y actitudes de rechazo como necesidad de los individuos de hacerse más
importantes y de luchar contra otros grupos, por inseguridad o temor. Es
importante cuestionarnos que tan sociales o abiertos somos o qué tan
dependientes. ¿Somos cerrados o colectivistas? Y qué tan seguros somos en
nuestras uniones grupales.
Nos basamos en
adjetivos propios, tenemos un yo diferente para cada uno, identidad y
personalidad. Pero también varios grupos de pertenencia y comparación con los
demás que puede retroalimentarnos positivamente o ser motivo de competencia
destructiva y ahí entra el lado oscuro humano. En este sentido la autocrítica
es fundamental y la autoobservación para juzgar cómo interactúas con los demás
y el uno se va ajustando. Sería ideal ser más fluidos y no fundidos en el grupo
sin personalidad tomada como presencia y capacidad de ser seres humanos
responsables nos diría Levinas, que han escogido estar en dónde están con el
principal propósito de ayudar.
Así, las habilidades
personales, las capacidades y lo que rechazo para desarrollar lo contrario no
debe ser para atacar y destruir con una baja autoestima y escala de valores,
sino un proceso de construcción para asistir al otro. A veces merma la autocrítica.
Sufrimos rechazo o imitación, nos buscamos en personas o perfiles, queremos aliados
que no modifiquen lo propio. Yo imperturbable al lado de otra gente es una
trampa en realidad, debemos interactuar y abrirnos al cambio y crecimiento
desde la ayuda y la humildad, desde la hospitalidad al extranjero. Así, podemos
preguntarnos, tengo más una identidad individual o colectiva, ¿quién soy?, ¿en qué
medida soy para darme al otro?
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