Me gusta basarme en Levinas porque es mi referente, su postura es laica tomando como base el código de leyes de la Torá. Se centra en el otro como misión existencial y defiende una vida de acciones mediada por la justicia en la mirada de los ojos de un tercero, en la aplicación de la Torá, en una vida moral al servicio del otro. Me gusta contrastar a otros pensadores con él, siendo él mi columna vertebral. Ahora también busco en sus raíces, por ejemplo, kant y Husserl, por ejemplo, profundizo en el estudio de la Torá. Quiero matizar sus ideas con lo que vivo y creo, con otras áreas del conocimiento que me ha tocado desarrollar en esta vida como la pintura y la poesía, también el aspecto macro de la sociología y estudios de población, más empíricos, como Kant que hace su crítica de la razón pura y se basa en la experiencia y en los límites prácticos del conocimiento y acción humanos. Kant nos habla también de dos planos, como en el judaísmo, del encuentro con las estrellas, y del plano político moral de acción. Levinas proyecta en el rostro del otro lo divino, el encuentro con las estrellas y de alguna manera integra estas dos dimensiones el el servicio a todo otro. Yo como pintora y poeta valoro mucho esos momentos de recogimiento interior, de encuentro con las estrellas, de perplejidad, los llamaría Borges, pero es verdad que les busco la dirección hacia el otro.
Busco traer soles y estrellas a este plano material y ponerlos al servicio del otro.
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