En totalidad e infinito Levinas nos habla de la imposibilidad de una moralidad en tiempos de guerra y de nuestro deber de alejar toda guerra de la humanidad. La idea en ese libro es indagar sobre el romper con todas las etiquetas para proyectarnos al infinito reflejados en el rostro del otro. ¿Cómo recargarnos en una estructura y en un marco de acción desde la exigencia de no etiquetar, no querer dominar? Creo que es fundamental no juzgar ni etiquetar ni a nosotros mismos, ser flexibles y a la vez, mantener un orden, el buen camino, el eje de desarrollo adecuado. Para su libro, Levinas se recarga en especial en la fenomenología que privilegia la experiencia en libertad desde la observación en especial y en la duración en el tiempo bergsoniano, un tiempo que se despliega y no es objetivo, etiquetado. Siempre necesitamos regresar a la base objetiva, pienso, y después despegar reflejados en el rostro del otro. Es internalizar paso a paso esa estructura y ello coincide con la porción de la biblia que se lee esta semana o perasha de esta semana, shoftim o jueces y los jueces son interiores, además se los exteriores.
Perasha shoftim
Deuteronomio 16:18
Jueces y alguaciles pondrás para ti en todas las ciudades que el Eterno tu Dios asigna a tus tribus y juzgarán al pueblo con juicio justo. No torcerás el derecho, no harás acepción de personas ni admitirás regalos (sobornos), porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte los juicios del justo. Sólo buscarás la justicia para que vivas y poseerás la tierra que el Eterno te dio en heredad.
Debemos poner jueces y guardianes fuera y también dentro, tener claro nuestro camino del bien para ayudar a todo otro en amor y aproximar a Hashem. No dejarnos corromper y continuar en superación dentro y fuera.
Jueces dentro y fuera y liberar etiquetas en el rostro del otro
No hay comentarios:
Publicar un comentario