Éxodo 40:1 Y le dijo el Eterno a Moisés: El día primero del primer mes prepararás el Tabernáculo del encuentro, y pondrás allí el Arca del Testimonio y lo cubrirás con el velo. Colocarás la mesa ordenando sus utensilios. Pondrás el candelabro y encenderás sus lámparas…
Moisés hizo todo lo que le había ordenado el Eterno… Y Moisés no pudo entrar en la tienda del encuentro al posarse sobre ella la nube, pues la gloria del Eterno llenaba el Tabernáculo. Y al alzarse la nube, marchaban los hijos de Israel en sus jornadas. Y mientras la nube no se alzaba, ellos no andaban.
Hacer lo que vinimos a hacer a esta Tierra, con la guía clara y el cobijo siempre, recorriendo los pasos de nuestro camino con fe y avanzado con la nube de gloria divina como si estuviera hoy con nosotros para seguirla siempre e iluminarnos en nuestro recorrido, hacia nuestro destino final.
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