Grace Nehmad

lunes, 14 de marzo de 2022

Epicuro y Levinas, la muerte

 

 

La muerte es seria y se relaciona con la tristeza pero es parte de la vida y no debe angustiarnos ni darnos miedo. La muerte y su conciencia no debe de preocuparnos. Para Freud por ese miedo inventamos a Dios para inventarnos una vida eterna después de la muerte. Heidegger nos define como seres para la muerte y nos inquieta nuestra inquietud. Para Pascal por su condición mortal el hombre se distrae por este miedo. Para Schopenhauer es voluntad hacia la muerte. Es marca de nuestro orgullo y nuestra existencia es vana. Para Montaigne, filosofar es aprender a morir. No aprendemos a morir, es aceptar y escoger y bajar la angustia. La angustia de la muerte es realidad interior. La muerte no es siniestra para Platón es sólo fin de la existencia terrestre y después está el más allá en otros mundos que no accedemos desde aquí, pero es la verdadera vida. La muerte angustia porque es como es porque no la experimentamos en vida, es sólo retirarse del mundo. Para Epicuro la muerte no es nada, nada para nosotros. Es desaparecer y por eso no es nada para Epicuro. Para Epicuro todo es material, él es atomista, unión de átomos que no se fragmentan es cuerpo material para comprender los sólidos. Para Epicuro la materia estuvo siempre ahí. Todo ser es combinación de materias y la materia se transforma. Nuestra alma también se transformas. El alma es soplo de vida y para Epicuro la muerte es total, física y espiritual. No hay dualismo. Todo es experiencia para Epicuro y la muerte es fin de toda experiencia sensorial y esta ausencia no es nada entonces, no se puede temer, ya no pasa nada en ese nivel, no hay sensación. El dolor se siente y la muerte no. La muerte no nos concierne, nunca la encontraremos en experiencia sensorial, es ausencia de toda experiencia. No tuvimos miedo de nacer. No estábamos y no sufrimos, sólo al nacer nos inquietamos. Sólo vivimos la muerte de otros y no es la propia y nos entristece la pérdida del otro y vivir con los otros, es egoísta es la ausencia del otro y es nuestro sufrimiento no el del otro que ya no sufre. Para el que muere la muerte es liberadora. Pero no sabemos qué pasa después y dependiendo de nuestra teoría existencial, tenemos diferentes expectativas de vida y muerte, voluntad y deseo, motor de vida. Lo que nos sacude en Levinas, es vivir para el otro como misión existencial y es morir para. Sería muy diferente a la teoría de Epicuro, pero todos los filósofos nos agregan a nuestra manera de enfrentar la muerte. Es tratar de agregar todas estas ideas y enfrentar mejor la idea de la muerte lejos del egoísmo y en conciencia. Para mí, la vida tiene sentido y se extiende en el otro como misión. Ayudarlo es lo central, pero es verdad que podemos abrazar mejor la vida alejando todo miedo y aprender a morir, estar en paz, ser para el otro y no para la muerte.

 Extender la vida en el otro, tiempo infinito del alma

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