El determinismo de Spinoza es contrario a la idea de libertad, se opone Sartre con el existencialismo que marcó el siglo veinte. Es escritor y militante pero también filósofo. Responde a preguntas de su hacer político. La existencia precede la esencia para Sartre. Creer en Dios no es para él. Su filosofía es atea. Ello es estructurante de su pensamiento. La existencia no es decisión ni voluntad. El hombre está solo y no tiene apoyo de ninguna entidad divina creativa y debe crear su libertad y autogestionarse eligiendo. La función del hombre la decidimos nosotros a diferencia de los objetos. En Descartes la existencia se percibe diferente. Cuerpo y alma en juego constante. Cree en Dios y es racionalista. La fe y la razón están en juego también. El hombre concibe la perfección, el infinito, pero es finito y le falta mucho, tiene carencias diversas. Se puede representar infinito y perfecto, es una idea que no lo habita, ello es la prueba de la existencia divina y Dios le puso este concepto en su ser. Me parece interesante unir a estos pensadores para hablar de Levinas y del otro al centro. Me gusta unirlos pues me parece que podemos entendernos con todas sus aportaciones para darlas al otro. Mucho en nuestra vida es determinado desde fuera, pero somos libres y decidimos mucho también, somos finitos con mirada infinita y Levinas nos dice que el infinito del cual tenemos noción se nos abre a través del rostro del otro y de su asistencia. Me parece que mucho está determinado y mucho podemos cambiar, en especial y por sobre todo nuestro pensamiento. Es necesario movernos ya, activarnos a la energía infinita a través de la apertura y del otro. Los tiempos nos demandan pulir el conocimiento anterior y centrarlo en beneficio de todo otro para impulsar un cambio sustancial en este planeta que sin el otro al centro, a mi manera de ver peligra.
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