Somos manipulables y cómo podemos seguir si
todo afuera quiere dominarnos de tantas maneras. En la democracia estamos
gobernados por hombres anónimos en una masa que sigue sus pulsiones. El pueblo es
el poder de la manipulación en especial a través de las pulsiones. Queremos
ejercer nuestro libre albedrío y mucho funcionamos por instinto que cae en manipulaciones
en especial de consumo. El inconsciente nos domina en nuestros deseos
inconscientes. Deseamos y escondemos incluso justificando el uso de tal o cual
objeto y nos dejamos dominar y consumimos sin freno. Incluso la ciencia
sostiene productos y aumenta su venta. La representación simbólica domina y la
psicología nos manipula y en los objetos de consumo se introducen en la mente ideas
de libertad, de igualdad, de poder y de riqueza. Los sueños se convierten el
objeto de consumo y su representación va dentro. Nos dejamos seducir. No sé qué
libertad nos quede estos días de gran interconexión. Todo es consumo y quizás
el gran reto es lograr que estos sueños que nos insertan nos hagan bien y que
al final quienes nos dominan anónimamente noten que lo mejor para todos está en
ayudarnos unos a otros. Que el placer y el deseo del cuerpo se sumen a nuestro
corazón y a nuestro intelecto, bajo una ley. Se trata de reglamentar y de
encauzar los deseos, no es reprimir y someter, es redirigir y con el otro al
centro.
Comer es necesario y un placer y sano, pero con
reglas. Lo mismo en cuanto a todas nuestras necesidades que se unen con las
emociones, seguridad y libertad deben sentirse y pensarse con el otro al
centro. Dejar que el otro sea nuestro centro y misión de acción puede alejarnos
de toda manipulación y ayudarnos a cuidar los intereses del otro y controlar
nuestros deseos egoístas. Ahí lograríamos superar las manipulaciones anónimas y
las existentes esperemos que poco a poco comprendan que también les conviene
poner al otro al centro y evitar la destrucción planetaria que avanza con
cadenas que buscan dominar nuestra sensibilidad humana a través del egoísmo. Ese
egoísmo terminará por destruirlo todo si no hay conciencia y cambio. Podemos de
manera individual comenzar por luchar contra la manipulación, oponernos,
resistirnos y avanzar con el otro al centro hacia un sano actuar en
discernimiento.
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