Grace Nehmad

domingo, 4 de julio de 2021

Hobbes, ir más lejos y sin contrato hacia el otro

 La filosofía política moderna nace con Hobbes quien está en conflicto eterno con Descartes es alrededor del espíritu y de su esencia que discuten. Su desacuerdo proviene de la tradición francesa y de la inglesa, la primera se recarga en la razón y la segunda en lo empírico, en el cuerpo y en la materia. Para hablar de sociedad Hobbes habla del estado de la naturaleza del hombre. Leviatán es así, un estado que nadie domina, ese monstruo marino. Los hombres deben temer entonces al estado y su fuerza política. Las ciencias políticas nacen con Hobbes para preguntarse por su motor. Para Hobbes es ser egoísta que es ser de deseo. Lo hace moverse. No se justifica la intervención del estado pero para Hobbes sí porque los hombres son predadores egoístas. El hombre es un animal que lucha por sobrevivir. Mi bien y mi interés es lo que me mueve. Matas antes que dar. El hombre no puede relajarse porque la rivalidad es la ley. La regla es protectora y así se limita la rivalidad. La ley limita la libertad. Los débiles son protegidos y esa justicia hace  que haya igualdad. El estado de la naturaleza no es más que una suposición para pasar de la violencia y el egoísmo, de que el hombre es un lobo para el hombre, a la protección, es para limitarlo con las leyes. Las pulsiones o pasiones dominan al hombre y son su motor. Las leyes no pueden desaparecer y no es la razón de Descartes lo que prevalece. Los hombres son hipócritas dice Hobbes. Pretenden que el hombre es bueno pero cerramos con llave nuestras casa al partir y el miedo nos domina. Los hombres están amenazados. El ser fuerte al final no garantiza nada. Hay trampas y la naturaleza nos lleva de corbata. La violencia egoísta nos domina y los hombres en colectivo deciden con un contrato salirse de sus intereses personales y por acuerdo se termina la violencia y nace el estado. Se trata de encontrar un contrato entre todos e implica renunciar a la fuerza natural. El derecho civil prevalece y todos deciden juntos, todos deciden en acuerdo que se da dentro de una autoridad que garantice que se va a cumplir el contrato.  Esa garantía se logra con el estado a quién todo individuo cede su libertad. Claro que debemos mejorar nuestra condición humana y pulirnos,  comprender que no sobreviviremos como especie si seguimos actuando de manera egoísta y recargarnos en Levinas y realizar todo tipo de contratos y más que contratos aprender a actuar con el otro al principio de cualquier motor existencial, ser para.

Extraño contrato por descifrar


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