Grace Nehmad

martes, 1 de diciembre de 2020

Lo simultáneo y el otro


Merleau-Ponty profundiza en la fenomenología y nos habla del cuerpo y de la percepción, en particular de la palabra como expresión de ellos. Critica al empirismo y al intelectualismo para quienes el lenguaje no tiene sentido en sí mismo. En cambio, para él el pensamiento es el lenguaje y en cuanto al cuerpo lo central en éste es el gesto lingüístico y así responde al dualismo cuerpo-alma cartesiano. El gesto del cuerpo habita el mundo de significados de la conciencia perceptiva. Dicha conciencia está abierta al mundo de significados compartibles, pero también es pasible de un porvenir diferenciando así de la palabra creada y por crearse.

Merleau Ponty es ubicado como existencialista, cerca de Sartre y de Heidegger, pero también está muy influido por Husserl y no es ambiguo en su idea de la conciencia que es para él intencional como en Husserl y es lo real del cuerpo, es apertura perceptiva y creación. Habla de un simultáneo como corporalidad-conciencia y la intencionalidad corporal contrasta con la ontología dualista de cuerpo-alma de Descartes. El cuerpo para Merleau Ponty es expresión y palabra.

Critica entonces al racionalismo cartesiano y a lo experimental del empirismo basado en la observación pues para ambas corrientes la palabra que acompaña al pensamiento no es simultánea a éste. Para esas corrientes el sentido es independiente y el vocablo es sólo cáscara. En el caso empírico el estímulo lleva a la articulación del vocablo, es instrumento de la acción. En ambos casos las palabras son referidas en tercera persona, sin intención.

En la enfermedad que estudia sus efectos por implicar el no poder hablar, observa que el sujeto sufre de que se le escapa el parloteo y entonces no es suficiente creer en las corrientes no simultáneas. Entonces el vocablo tiene sentido y habita a la palabra que es motricidad e inteligencia. El silencio es poner al pensamiento en estado de murmullo en realidad.

El discurso no traduce al pensamiento, el discurso lo consume, es simultáneo. La palabra, el vocablo, es exterior y no interior, es la razón y la verdad al mismo tiempo. La razón es expresión pues es por medio de la palabra que se instala la verdad. En cuanto a la posesión del lenguaje, el sujeto lo logra en el mundo de sus significaciones. Para Merleau Ponty es intencional la conciencia y toda conciencia es conciencia del mundo. La palabra es lo mismo que el objeto, y al nombrar se da la esencia de lo que es al objeto. Así, el significado existencial es simultaneo e indisoluble. No es causa y efecto entre mundo y pensamiento, es simultáneo. Conciencia y mundo son lo mismo y también interior y exterior.

El vocablo en el mundo lingüístico general y en el mío es simultáneo también, lo mío y de todos es lo mismo. La palabra sedimenta la adquisición intersubjetiva. Me comunico entonces con su estilo de ser en el mundo en sincronía. Merleau Ponty reconoce la existencia y lo existente con el cuerpo. Sentido es palabra, el significado gestual es inmanente. Estas reflexiones y conclusiones de Merleau Ponty me parecen muy poéticas, en esta simultaneidad se acabaría nuestros problemas de asistir a todo otro y de cuidarlo, seríamos todos uno mismo. En realidad, me parece que es al ideal al que debemos tender, pero actualmente existe un desfase. Por ello tiendo a pensar que como humanidad estamos enfermos y padecemos de una enfermedad como la que estudia Merleau Ponty para analizar la simultaneidad, pero diferente. Quizá si ejercitamos la intencionalidad consciente desde el nombrar y habitar logremos estar más presentes para todo otro y la sincronía deseada para ir comprendiéndonos como un solo cuerpo, un sólo cuerpo-alma como lo percibe Merleau Ponty, dentro y fuera, tú y yo, una misma conciencia. Ciertas teorías religiosas sostienen que la separación es una ilusión y que estamos todos unidos. Creo que ello es una aspiración que podemos empezar a ejercitar para curar nuestros desfases y aproximarnos a todo otro para asistirlo, en presencia, en amor.

Consigo estar en el aquí y en el ahora para todo otro

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