Grace Nehmad

miércoles, 2 de diciembre de 2020

El arte, la filosofía y el otro

 

 

El arte, la filosofía y el otro

Como seres humanos recibimos información y la acomodamos y se forma la materia. Antes del intelecto, el momento que capta la realidad sin intelectualizarla, es más sensorial, así trabajó Cézanne. Van Gogh fue muy valorado por su fuerza, penetró profundamente su interior y lo exteriorizó. El acceso al arte es ser y verdad, combate de vida e intimidad y juego.

Las obras de arte ya no son lo que fueron pues quizás eran más metódicas y menos de acción, pero la obra es siempre el origen del artista y obra y artista no son independientes, son el uno para el otro.

La existencia es jugar y en arte no es lo que sea, es jugar con propósito y no es cosa, es cara visible, aspecto físico y estético que se materializa. A la obra se le conoce en su impacto que muestra y abre senderos y se infiere el juego como lo habla Nietzsche, juego, artista, arte, obra que materializa. El arte es percepción y estética es primero que la filosofía. El origen de la filosofía está en los poemas y literatura de Homero entre otros, es de alguna manera su forma primitiva y Sócrates refiere mucho a la palabra hablada. En filosofía no se abandona a la palabra en ningún momento. La palabra es su materia prima. Nietzsche era filólogo y vemos como se mezclan áreas del conocimiento, se reconstruyen textos.

La moralidad pervierte a la palabra. El arte contrarresta a la enfermedad de muchas maneras, es exaltación, es vida viva y latente en cambio y contraste. Si niega la vida es para afirmarse.

Cacerías plasmadas en cuevas en el arte rupestre hacen presente hoy sus luchas mediante la representación. El arte es resaltar y exaltar la fuerza de la vida. El arte es libre de la moralidad y de prejuicios, es lo más elevado. Nos habla de toda exaltación, busca mover al mundo, ponerlo en acción.

Las palabras encierran mensajes ocultos, después viene la necesidad de encontrar un método, de observar y modificar comportamientos para evitar el dolor y los problemas que nos aquejan, para evitar la muerte y tratar de comprender mejor nuestra estancia en la tierra, mejorar nuestra calidad de vida mientras estamos en este planeta. El arte es esa fuerza que conecta al origen y revela, que plasma y deja huella, es juego y movimiento que nos aleja del estancamiento. Podemos perdernos en sus explosiones que no llevan a nada o en el excesivo método y utilitarismo. Queremos hacer y resolver y a la vez debemos aprender de la espera y la restricción. Ir y venir del origen al porvenir, del método y la observación a la simple explosión y al juego sin razón, sin patrones. En cualquier caso, la dirección existencial debe estar puesta en el otro y si viajamos de lo espiritual a lo material, del arte a la filosofía y sociología es para servirlo mejor.


El arte es origen, juego de fuerza y color, juego de fuerza entre obra y artista, sueño de luz para asistir a todo otro de la mejor manera, en la ética, moral en libertad libre de prejuicios


No hay comentarios:

Publicar un comentario