La vida sigue y desde aquí en Florencia es muy especial para mí. Siento que mi tiempo es otro y deviene en el que quiero verdaderamente estar. En México me es difícil porque no me siento comprendida. Aquí entre grandes obras de la humanidad me siento, nos sentimos en mi clase de italiano, animados para poder encontrar las soluciones anheladas. Todos tenemos derecho de hablar y de equivocarnos, de reflexionar juntos. En mi México, quizás se trata de lo que me pasa en mis relaciones dentro de la familia, no cuadro bien. Siento como que reprueban mi hacer y estar en el mundo, nada parece suficiente y estoy cansada de sobre esforzarme para intentar encajar. No creo sea posible encajar, es más bien aceptarme diferente, es más bien continuar mis búsquedas e investigaciones en paz interior a pesar de que lo exterior no quiera embonar. Compartir lo bonito que compartimos y aceptar y seguir. Es como es y se trata de cambiar dentro y avanzar desde ahí, con profunda paz interior.
Avanzar desde la profunda paz interior
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